Dos historias de compromiso para un mundo mejor, libre de las mafias.
Hace unos días en Quindici, un pueblo que se llama como un numero (quince) y que se encuentra cerca de Napoles en Italia, se celebró la inauguración del “Maglificio 100quince pasos”, una fábrica de ropa ubicada en un palacete incautado y confiscado al grupo mafioso local, el clan Graziano. Este pueblo, conocido como centro peculiar de la mafia “Camorra” ahora se transforma, gracias también a la red local de la organizacion italiana Libera, en símbolo de una nueva etapa historia de esta tierra maltratada. Toda la comunidad conmemoró el evento de cambio con una fiesta y una misa abierta a todas y todos. Ni los disparos frente del portón de entrada del edificio confiscado, que llegaron dos días antes como amenaza para difundir miedo e inseguiridad, pudieron asustar y parar la felicidad de quienes habían luchado para alcanzar justicia y paz en su tierra.
Pocas horas antes, en otra parte del mundo, se celebraba en Buenos Aires, Argentina, otra misa en solidaridad con las víctimas de trata y exclusión, que brindaba una oferta especial: una maquina de costura incautada por la justicia a destinar a la fábrica de la Cooperativa SOHO . Todo empezó cuando la Fundación argentina Alameda y los trabajadores de la empresa denunciaron frente a la justicia la misma por diversos ilícitos. La empresa textil estaba acusada, entre otros, de confeccionar en una red de talleres esclavos en Capital Federal y de tener conexiones con un narco-prostíbulo. Gracias a esta acción, que llevó a una quiebra financiera de la fabrica, la marca de ropa SOHO ahora pertenece a los mismos trabajadores que administran de forma legal y transparente, garantizando los derechos y la dignidad de quienes en ese lugar trabaja.
Ahora, estos dos lugares, el “Maglificio 100quindici passi” y la cooperativa SOHO ponen al servicio de sus comunidades la misma oportunidad, la de “tejer” una nueva perspectiva futura. Esta lucha de rescate social, desde Argentina hasta Italia, fue un “sueño transformado en realidad” en dos sitios tan lejos pero tan cercanos para sus común significado. Dos historias de trabajo digno y de cambio: lugares usados para cometer delitos que se trasforman en lugares donde convive el bien común, que tienen la ambición de proponer proyectos de justicia social donde no hay. Y también una idea se lee en los ojos de estos activistas que viven tan lejos, pero tan cercanos en sus idea de mundo: en todas las dificultades que se puedan encontrar, delante los obstáculos y las violencias de los poderes “fuertes” criminales y mafiosos, ni un paso atrás, en caso dos adelante!
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- ¡Ni un paso atrás, en caso dos adelante!